El complejo militar - industrial Estadounidense
El concepto complejo militar-industrial remite a la asociación que existe entre las fuerzas armadas y la comunidad empresarial que produce armas en Estados Unidos. Se le considera muy influyente tanto en la política interna como en la política exterior de ese país. En particular, tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, el complejo militar-industrial dispuso de amplios márgenes de maniobra en la llamada “guerra global contra el terror”, de manera que se benefició, tanto de la militarización de la lucha contra el terrorismo, como también de las incursiones bélicas de Estados Unidos en Afganistán, en octubre de ese mismo año, y en Irak, a partir del 20 de marzo de 2003.
Para el año fiscal 2008-2009, Estados Unidos destinó 607 mil millones de dólares a la defensa nacional, cifra que equivale al 41.5 por ciento del gasto militar mundial. Durante los ocho años de la administración de George W. Bush, el gasto militar se elevó a su nivel más alto, en términos reales, desde la Segunda Guerra Mundial, sobre todo por los esfuerzos bélicos en Afganistán e Irak. Cabe destacar que una parte de los recursos destinados a favor de Afganistán e Irak son producto de las llamadas “asignaciones presupuestales complementarias” que no son aprobadas ni supervisadas por el Congreso de los Estados Unidos y que se financian a través de préstamos.
Todo lo anterior remite a la importancia del gasto en defensa para explicar los enormes déficit presupuestales que padece Estados Unidos y que ponen en duda la sustentabilidad de esas enormes erogaciones de recursos materiales y humanos. Más preocupante es saber que pese al arribo al poder del presidente Barack Obama, la presencia estadunidense en Afganistán e Irak seguirá demandando cuantiosos recursos materiales y humanos, aun cuando, como lo ha prometido el presidente Obama, Estados Unidos reduzca significativamente su presencia militar en Irak.
Las 10 principales empresas productoras de armamento (2007)