El paracaidista y el perro
Benjamín y Benicio
Tengo que contar lo que pasa con mi hermano el paracaidista. Él, desde chiquito deseaba ser paracaidista, y no le temía a nada. Unos años después, su más grande sueño lo consiguió, pero todavía no era profesional, pero si era conocido y también se tiraba de alturas muy altas como 3.80 metros más o menos y trabajaba en películas de acción que se tiraba de un helicóptero a punto de explotar y en aviones a punto de estrellarse con una montaña. Había videos muy virales por lo que lo hacía el hombre sin temor y un día le dieron su primer cheque y fue a comprar un perro que era su segundo sueño más querido. Lo llamó Thor, un pitbull muy amigable y muy chiquito, tenía nomás 11 días de vida. Se mudó a su propia casa con su novia; la casa era grande como una mansión moderna. Días después lo llamaron los profesores de paracaidismo y dijeron que se iba a España a vivir y la novia Roberta no quería ir. Y separaron.
El Paracaidista se hizo llamar en España el chavo del ocho, en el 2000 se volvió paracaidista profesional, ganó mucho dinero, pero tuvo muchos accidentes y decidió regresar a su país y se encontró con sus viejos amigos Zahira y Gonzalo, y fueron a tirarse de paracaídas y después fueron a un parque de diversiones. Al siguiente día fueron a Starbucks y al mediodía fueron a entrenar. Después de unas horas fueron a tirarse nuevamente, pero Toni se olvidó el paracaídas en su casa y fue a buscarlo. Ohhhh, el perro se lo mordió!!!! y se lo rompió!!!!, pero… él no se había dado cuenta!!! y cuando se fue a tirar falló el paracaídas, se terminó de romper y quedó trabado en el árbol. Nadie lo encontró y se murió de hambre.
Y colorín colorado el perro olfateó donde el paracaidista estaba colgado.