los desastres de la guerra DESASTRES DE LA GUERRA - Goya- | Page 21
serie e introduce un deseo más que un hecho. Un punto de su veta liberal-
romántica.
En 1978, Nigel Glendinning, mostró la relación entre las estampas
65-80 (los llamados «Caprichos enfáticos») y la obra Gli animali parlanti
del poeta italiano Giambattista Casti, a quien Goya retrató en un cuadro
conservado en el Museo Lázaro Galdiano.
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Este libro fue traducido en 1813 por Francisco Rodríguez de Ledes-
ma. Como prueba, Nigel aduce que en la estampa nº 74, titulada «¡Esto es lo
peor!», un lobo escribe la frase «Mísera humanidad la culpa es tuya.», que
remite al último verso de la estrofa 57 del canto XXI del poema italiano.
En su obra Casti arremete contra la corrupción del poder, la hipocresía, el
amiguismo o la ausencia de libertades y sus protagonistas son animales. En
la obra del poeta italiano el lobo es el secuaz de la monarquía, el caballo
representa el constitucionalismo y los perros caracterizan las facciones re-
volucionarias. El búho es alegoría del estamento eclesiástico y el vampiro de
los malos consejeros. Todos estos animales aparecen en los grabados de la
tercera parte de Los desastres de la guerra.
Toda la serie es recurrente en relacionar escenas para dar una con-
tinuidad narrativa temporal, donde explica o extiende en varias estampas
asuntos de la misma naturaleza y en ocasiones afirma ser testigo directo de
los hechos, como las que llevan como epígrafe “Yo lo vi” (44) “Y esto tam-
bién” (45). Con ello, Goya afirma ser un testigo de los hechos que actúa como