LLIU YAWAR 01 | Page 13

LLIU YAWAR / MAYO 2012 / AÑO I N° 01 al marido. Impuesto como un proceso ideológicamente transmitido por los hombres a la humanidad. A pesar de la interiorización del rol implantado; hoy encontramos que los padres comparten más con sus hijos /as, teniendo una relación más estrecha, ayudando a la madre a compartir los compromisos de la casa en todo el sentido de la palabra. En ámbito educativo ha sido un campo en el que las mujeres han obtenido logrados, adelantos importantes en términos de acceso y rendimiento, llegado incluso a superar la situación de los hombres en nuestro país, y en varios países del mundo. Ella puede, ahora, ejercer un influjo creativo, renovador, humanizador, en todos los ámbitos de la vida social: empresa, política, ciencia, medicina, educación, cultura, medios de comunicación, etc. Con toda su identidad, con toda su feminidad. Es verdad que muchos sistemas y estructuras deben cambiar. Es verdad que todavía no se reconoce del todo que la mujer es necesaria en determinados ámbitos de la sociedad. Pero también es verdad que la mujer no siempre ha luchado por penetrar las esferas sociales en tanto que mujer. O se ha quedado al margen, o, cuando se ha metido dentro, llámese mundo profesional o político, lo ha hecho disfrazándose de varón. Queremos anotar, sin embargo, que esta participación directa de la mujer en la sociedad, va más allá de la esfera familiar, de ninguna manera debe pensarse como algo obligatorio e indispensable para todas las mujeres. Habrá mujeres que desearán entregarse de lleno a su familia sin realizar ningún trabajo profesional fuera del hogar. Si la mujer siente que así está llamada a realizar su don de sí, debe hacerlo con seguridad y satisfacción. En esa misión de madre y educadora seguirá siendo un ser humano que siente, piensa y existe. 13