Literatura BDSM La Sumisa Insumisa ( Rosa Peñasco ) | Page 65

Famosa, un látigo de Playmóbil y una fusta de Toy-saras... ¡Ya te vale AMO, ya te vale! Entre juego y juego, no se quedaron atrás esos pensamientos eróticos, y hasta amorosos, que secretamente me invadían antes de dormir, por culpa quizás de las tiernas despedidas de un AMO que, más que un AMO en busca de «su sumi», parecía un hombre enamorado, un AMO enamorado o un enAMOrado, sin más: —Esta noche, cuando cierres los ojos, no los abras. —¿Por qué? —Yo estaré a tu lado, susurrando a tu oído, acariciando tu pelo y besando tus cabellos. —¡Qué hermoso, AMO! —Que descanses bien, perrita. —¡GUAU! Hasta mañana, Sapiens.