Literatura BDSM La Sumisa Insumisa ( Rosa Peñasco ) | Page 37
Punto fuerte de mi cara: sin duda los labios carnosos y mi bonita sonrisa, aunque
también me han dicho que tengo cara de traviesa, quizás por culpa de un diente
descolocado que arrastro desde la infancia y, al menor descuido, sobresale hasta
cuando me doy un punto en la boca: ¡y mira que es difícil! En definitiva, no soy
guapa en el sentido más estricto del término, pero sí bastante pasable y, en
contadas ocasiones, sorprendentemente resultona.
Cuando aparecía con el nick de Paula, pensaba que en el mundo cibernauta era
indiferente decir o no decir «la verdad». ¿Qué más da? Lo importante no es quien
se sea, sino quien se desee ser en un momento dado, aunque para que comience el
juego sean necesarios algunos datos iniciales. Un juego que me ha llevado a
relacionarme con esta variedad de personas que convierten el chat en una jungla
pese a que, curiosamente, también se muestre como una gran familia en la que
todos se conocen y tratan con cordialidad, cuando, unas veces educada y
cálidamente, y otras con insultos y órdenes torturadoras, dan la bienvenida a todo
aquel que entra por primera vez.
En fin, ¿cómo negar que en la misma proporción que la luna aumentaba su
tamaño, también aumentaba el influjo que el chat ejercía sobre mí? Y si de verdad
se trató de una especie de influjo lunar, ¿tuve alguna posibilidad real de escapar
del mundo virtual?