Literatura BDSM La Sumisa Insumisa ( Rosa Peñasco ) | Page 32
sala se estaban diciendo auténticas burradas, leídas por niños que, en la soledad de
sus cuartos y engañando a sus padres con la excusa de hacer los deberes o de
entretenerse con sus videojuegos, en realidad pasaban el tiempo chateando en una
sala sadomasoquista de Internet.
Porque otra de las cosas que más llamaron mi atención fue el comportamiento
de quienes prácticamente no escribían una palabra, aunque eran capaces de
aguantar horas y horas frente a la pantalla de su PC, observando los diálogos
picantes de otros. Como PILOT, sin ir más lejos, que pese a tener nombre de
rotulador sólo se limitaba a poner dos puntos de vez en cuando. PILOT nunca
pronunciaba-escribía nada, y la verdad es que me quedé con las ganas de
cronometrar sus apariciones o asentimientos mudos. Unas veces pensé que PILOT
era tímido, otras creí que era un voyeur y otras, en