Literatura BDSM La Sumisa Insumisa ( Rosa Peñasco ) | Page 151
menor descuido, ya estábamos abrazándonos y besándonos de nuevo. A mi cabeza
le dejé poca capacidad de maniobra, pero me dio tiempo a elucubrar que la noche,
además de estupenda, sería larga por culpa de esta química que jugaba a hacer de
nosotros pegamento.
Por cierto, me sorprendió la nueva sugerencia de Sapiens, sobre todo porque
tuvo lugar a costa de interrumpir uno de esos besos medio pornográficos que, sin
querer, nos hacían enseñar las lenguas salivosas al camarero y a cuantos nos
miraran en ese momento.
—Termina tranquila la copa, yo te espero en la habitación.
—Pero...
—¡Sin pero! Sube dentro de media hora. ¡Es una orden!
—¡Ya empezamos! ¿No decías que esta noche no importaba lo de ser o no ser?
—Sí, pero sólo respecto a ti y a tus líos erótico-existenciales. Yo tengo muy claro
lo que me mueve por dentro. En fin, ¡tienes treinta minutos, perrita! ¡Ah!, y
llámame AMO.
¡Que me maten si entiendo algo! ¿Pero no me había dicho que hoy, y sólo por hoy,
no importaba lo de ser o no ser AMA, switch, sumi o nada de nada? ¿Acaso no hizo
hincapié en que sólo quería amarme, amarme y amarme? Debe de ser que Sapiens
va de AMO por la vida las veinticuatro horas del día porque no lo entiendo, de