Literatura BDSM La Sumisa Insumisa ( Rosa Peñasco ) | Page 12

AMO-ABRASADOR: Jajajajajaja... Primero, sé que eres mujer porque tu nick es femenino. treintañera: ¡Obvio!, ¿hay segundo? AMO-ABRASADOR: También sé que eres sumisa porque está escrito en minúsculas. treintañera: ¡Vaya! ¡Mayúsculo error el mío! AMO-ABRASADOR: Además, si fueras AMA me habrías dicho: ¿Qué quieres, abrasador?, en minúsculas y sin AMO por delante. De tú a tú, ¿entiendes? treintañera: ¡En fin!, parece que hoy tampoco me voy a acostar sin saber algo nuevo... ¿Hay tercero? AMO-ABRASADOR: Sí, tercero porque el AMO soy yo y quiero que seas mi sumi, sin más... treintañera: Ahhhhhhhh, pues faleeeeeeeeeeee. AMO-ABRASADOR: Contéstame, esclava. treintañera: ¿Esclava? ¿Pero no se abolió la esclavitud hace tiempo? AMO-ABRASADOR: Mira, sumi: en materia erótica nunca se abolió la esclavitud. treintañera: Kunta Kinte al habla, dime: ¿qué quieres saber? AMO-ABRASADOR: ¿Quieres que cubra tu cuerpo con cera hirviendo? treintañera: Vale, jugamos: tú me cubres el cuerpo de cera hirviendo y yo... AMO-ABRASADOR: Hummmmmmmmmmmmmm, ¡sí!... ¿Y tú? treintañera: Yo voy a dejarte a dos velas. ¡Adiós! Inevitable, entre tantas y tantas cosas, este temor incierto que me aflora al pensar en la cera hirviendo. ¡Bufff! ¡Cera hirviendo! ¡Cera hirviendo! Siento pánico imaginando que AMOSAPIENS pudiera proponerme algo parecido a lo de AMO-ABRASADOR, pero me reafirmo en una idea: si por lo que sea me atrevo a llegar al final de esta historia, no permitiré que me echen cera hirviendo sobre el cuerpo. ¡Bastante quemada estoy ya con los problemas cotidianos! ¡He dicho! Hoy no tengo ni un pelo de tonta, claro que tampoco de lista, porque ni siquiera con lupa podría encontrar un pelillo insolente que sobresalga lo más mínimo de los minúsculos y variados modelos de tanga que compré en un sex shop del centro. ¡Dios mío, el sex shop! ¡Ésa es otra! Definitivamente, ayer la vergüenza se condensó