Literatura BDSM La Sumisa Insumisa ( Rosa Peñasco ) | Page 11
de lo primero, o sea de pelos, nada de nada! Ayer me depilé de arriba abajo porque
sé que a ÉL le gusta todo muy depiladito, demasiado depiladito quizás. Por cierto,
¿será que como ahora lo siento más cerca y más real, lo llamo ÉL porque no me
atrevo a decirle mi AMO como en los juegos de teléfono o del Messenger? Porque
ésa es la gracia: entre broma y broma, poco a poco se fue saliendo con la suya y
logró que lo llamara AMO, y yo, que estaba eufórica con el descubrimiento de una
nueva realidad, decidí ponerme a la altura y empezar a jugar. La broma me ha
puesto caliente varias veces, sobre todo gracias a los relatos que hemos ideado
juntos, los diálogos y batallas eróticas que hemos mantenido AMOSAPIENS y yo,
o los primeros polvos cibernéticos que se convirtieron en telefónicos y que,
siguiendo la inercia de la travesura, hemos echado con una imaginación que rebasa
lo desbordante, si es que esto existe sin caer en redundancias estúpidas.
No exagero con lo de caliente: las yemas de mis deditos y esa cosita que hoy
tiene aspecto adolescente —porque ayer la depilé casi entera— son fieles testigos
de las reiteradas subidas de mi temperatura. ¿Será éste un juego de fuego?
¡Socorro! ¡Como sea cierto que quien juega con fuego se quema, este Talgo me va a
colocar en el centro de la llama! Además, hay un detalle que no se me va de la
cabeza: si sólo es un juego inocente, ¿qué estoy haciendo aquí? ¡Uffff! Me pongo
enferma si me da por analizar el dato y concluir en que el primitivo poder del
anonimato se está esfumando a medida que avanza el tren, tirando por la borda la
teoría y acercándome, más y más, a la práctica de no sé qué.
Mi cabeza sigue empeñada en no dejar de pensar, elucubrar, evocar, fantasear o
recordar cosas bien trascendentales, o bien tan triviales como la depilación de ayer.
Por ejemplo: ¿Fue la depilación una iniciación de otras cosas que también se
iniciarán más tarde? ¿Acudí como un corderito en busca de lo que le gusta a ese
desconocido, de la misma forma que podría o podré acudir como un corderito en
busca de otras cosas que también le gusten? Nueva tontería: ¿Fue el dolor de ingles
la crónica de un sufrimiento anunciado?
Recuerdo la depilación y la espátula que untaba la rebosante cera caliente sobre
mi piel, y vuelvo a ponerme enferma. Creo que es porque me viene a la cabeza la
pregunta de otro AMO que me mandó un privado en el chat, cuando casi acababa
de descubrir la sala de Amos y sumisas, y aún navegaba con el primitivo e inocente
nick de treintañera. ¿Cómo se llamaba? ¿AMO-ABRASADOR? Sí, creo que fue
AMO-ABRASADOR el fanático de la cera caliente:
AMO-ABRASADOR: Contéstame, sumisa...
treintañera: AMO-ABRASADOR, ¿me has llamado sumisa? ¿Por qué supones
que soy sumisa?