Literatura BDSM La Sumisa Insumisa ( Rosa Peñasco ) | Page 102

encorvar la espalda, mantener las tetas en su sitio y hasta hacer abdominales sin tener que ir al gimnasio. El problema es vencer la inercia de echar la espalda hacia delante, sobre todo cuando estoy leyendo o frente al ordenador... Además, el porte se complica porque, sin la grosería de espatarrarme, también debo mantener separados mis muslos en uno o dos centímetros. ¿Tendrá algo que ver esta orden con una de las «55 reglas de oro de una esclava» que trata el tema de la postura?: «En presencia de tu Amo y Señor cuida tus gestos, tus posturas y tus movimientos, de forma que resulten excitantes. Descubre tú misma cuándo le apetece verte insinuante y sensual y cuándo desea que seas la más guarra y la más salvaje de las putas». ¡Hummmmmmmmm! Creo que este articulito es de los que más me ponen. ¿Será por lo de «ser la más guarra y salvaje de las putas»? No entiendo nada, pero ¿cómo puedo esperar entender algo, si no me entiendo ni yo? 4ª) Fastidio absoluto: debo pedirle permiso para salir con unos y con otros y hacer o no hacer... Lo cierto es que tiene su morbillo eso de poner un mensaje por móvil pidiendo permiso a un desconocido, de la misma forma que un niño de párvulos pide permiso a la maestra para ir al baño. «AMO, ¿me dejas ir a cenar con unos amigos esta noche?» Y la respuesta: «¿Sólo amigos?». Y la contrarréplica: «Te lo prometo, AMO, sólo amigos». Y la conclusión: «Si sólo son amigos, puedes. Me gusta que mi sumisa sea feliz». Y la cortesía final: «Gracias. Me gusta que mi AMO me ame». Acostumbrada a entrar y salir cuando y con quien me dé la gana, me va a costar un montón obedecer esta orden, yo lo sé... Hoy, por ejemplo, con su permiso, claro está, me voy todo el fin de semana a ver a mi familia que vive a casi cien kilómetros, y ayer, después del trabajo en el que últimamente paso mis horas, aunque sin trabajar nada de nada, estuve, de nuevo con su permiso, con mis amigos del alma. Una noche estupenda: cenita rica, casita superbonita la de Fabián y Estrella, música y jugosa charla. A lo tonto, llegué a casa a las dos de la mañana, ¡y eso que no había dormido nada el día antes!... Resumen: Desde hoy viernes y hasta el domingo que vuelva de ver a mis padres, no tendré más órdenes, aunque debo cumplir férreamente las que me ha dado ya. Por suerte, AMOSAPIENS me ha liberado de las faldas porque le he dicho que en mi pueblo voy al campo, paseo a mi perro y monto en bici. ¡Menos mal! Eso sí, ahora con el móvil, si me surge cualquier imprevisto para salir o entrar con quien sea, debo decírselo en un mensaje... ¡Menudo rollo! ¿Lo aguantaré? Por lo demás, fin de semana: Libreeeeeeeeeeeeeeeeeeeee.