Literatura BDSM La Atadura ( Vanessa Duriés ) | Page 50

50 Al día siguiente, iban a proceder a «mi embrutecimiento». Yo ignoraba aún lo que significaba con exactitud esta expresión. Como solía sucederme ante una prueba desconocida, temía no ser digna de mi Amo y defraudarlo. Durante todo el día sentí una angustia indescriptible, y la noche me encontró ansiosa y excitada. Esperaba que la prueba estuviera a la altura de mi ambición y que hiciera retroceder los límites de lo que me parecía tolerable. Me vendaron los ojos antes de atarme a una mesa, con las piernas y los brazos separados. El Amo Patrick explicó tranquilamente a los invitados, para mí invisibles, que yo había recorrido más de seiscientos kilómetros para que me poseyeran como a una p ]K