Literatura BDSM La Atadura ( Vanessa Duriés ) | Page 47

47 recorrer dos mil kilómetros en un fin de semana para celebrar con algún grupo de amigos una "fiesta del cuero"- sólo para encontrarnos frente a un individuo cauteloso e hipócrita cuyo único deseo consiste en utilizar a la bella putita en que me convierto para los demás en el contexto específico del universo al que Pierre me ha iniciado. Falsas mansiones que de pronto quedan reducidas a triviales dormitorios, falsas veladas rituales animadas por viejos solterones que carecen de una mujer que se lo deje hacer todo, falsos amos sin autoridad, falsos perversos sin fantasías. La publicidad engañosa es una moneda corriente en las inmediaciones del mundo del sadomasoquismo puro. Por no hablar de los individuos brutales y groseros que están convencidos de que se domina pegando; de los enfermos mentales que atan a su presa y la abandonan durante horas para masturbarse en secreto, incapaces de hacer nada más; de los estafadores que piden dinero por prestar un equipo que se reduce a una vaga batería de cocina amañada; de los embaucadores que alquilan los servicios de una profesional para fingir que forman una pareja