Literatura BDSM La Atadura ( Vanessa Duriés ) | Page 46

46 que cuanto había sucedido entre Fiona, Didier y nosotros hubiera superado el simple ritual para adquirir una importancia que el porvenir confirmaría. 9 - Fracasos A poco que uno pretenda apartarse de los caminos trillados y surcados por la mayoría, vivir plenamente la sexualidad es un lujo que no está al alcance de todo el mundo. La libertad sexual es más un concepto mediático que una realidad en la Francia profunda. El asunto se vuelve aun más complejo en el terreno en el que Pierre y yo nos movemos, ya que el sadomasoquismo es la fantasía sexual por excelencia, la apoteosis de la libertad sexual para muchos seres condicionados por una educación frustrante - y sé muy bien lo que digo -. Es él nuestro un ámbito que suscita a la vez envidia y temor entre los no iniciados, quienes a menudo dan vueltas en torno al sadomasoquismo como su éste fuera una hermosa mujer de vida alegre a la que no se atrevieran a abordar. La principal confusión de estos profanos en lo que respecta a los placeres del cuero negro reside en que mezclan el ritual, el posicionamiento afectivo y psicológico del amo y de su esclava, con el trivial intercambio de parejas practicado aprisa y corriendo por gente que sólo se reúne para poner a prueba sus celos, su complacencia o su venalidad. Nosotros no hemos cedido jamás a las presiones de estos amantes del intercambio de parejas, que en ocasiones se esconden, mal que bien, bajo supuestas "invitaciones de carácter sadomaso" que no pocas veces nos han traído desengaños y amargas decepciones. ¡Cuántas veces nos ha engañado alguno de estos oportunistas que ven a los adeptos a la sumisión como proveedores para sus desenfrenos! La imagen de la mujer esclava prestada por su amo atrae a numerosos solitarios, sin perversiones dignas de ese nombre, que lo único que quieren es quedarse a solas con la esclava para desahogar con ella un cúmulo de frustraciones que casi siempre van acompañadas de desprecio e insultos. Cuántos kilómetros habremos hecho - Pierre no vacila en atravesar toda Francia para acudir a una invitación que le parece atractiva, y a veces llegamos a