Literatura BDSM Justine o Los Infortunios de La Virtud (Sade) | Page 85
setos vivos, de que me había hablado mi compañera, me inquietaban mucho más.
Una vez allí, descubrí que cada espacio o avenida circular dejado entre uno y otro seto no tenía más de
ocho pies de anchura, y esta proximidad permitía imaginar a primera vista que todo lo que se hallaba en
este lado sólo era un macizo boscoso. La noche era muy oscura; al contornear la primera avenida circular
para investigar si encontraría una abertura en el seto, pasé por debajo de la sala de las cenas. Ya no
estaban allí; mi inquietud aumentó; proseguí, sin embargo, mis investigaciones. Llegué así a la altura de
la ventana de la gran sala subterr