Literatura BDSM Justine o Los Infortunios de La Virtud (Sade) | Page 48

felices». No, cuando se ha convenido ensalzar el bien; pero despreciad, envileced lo que llamáis el bien, y sólo reverenciaréis lo que cometíais la necedad de llamar el mal. Todos los hombres sentirán placer en cometerlo, no porque esté permitido (eso sería a veces una razón para disminuir su atractivo), sino porque las leyes ya no lo castigarán, y disminuyen, por el temor que inspiran, el placer con que la naturaleza ha dotado al crimen. »Imagino una sociedad en la que se convenga que el [