Literatura BDSM Justine o Los Infortunios de La Virtud (Sade) | Page 115

de mi compañera, a la que no cesa de vejar y de maltratar durante todo ese rato. —Es una buscona que me excita cruelmente —me dijo—; no sé lo que me gustaría hacerle. —¡Oh, señor, tened piedad de ella! —le dije—. Es imposible que sus dolores sean más intensos. —¡Oh, claro que sí! —dijo el malvado—. Se podría... ¡Ah!, si yo tuviera aquí al famoso emperador Kie, uno de los peores malvados que la China haya visto en el