Literatura BDSM Historia de O | Page 97

en la terraza que precedía al jardín, sentado en un sillón de mimbre, con un cigarrillo entre los labios, había una especie de gigante calvo, enorme vientre que le tensaba la camisa desabrochada y el pantalón de lino, que miraba a O. Se levantó y se acercó a Sir Stephen, que empujaba suavemente a O ante él. O vio que de una cadenita que asomaba del bolsillo del reloj colgaba el disco de Roissy. Sir Stephen se lo presentó cortes-mente, aunque sin darle otro nombre que el Comandante y, por primera vez desde que trataba con los afiliados de Roissy (aparte Sir Stephen), O tuvo la sorpresa de ver que le besaban la mano. Entraron los tres en la sala, dejando el balcón abierto. Sir Stephen se acercó a la chimenea del ángulo y llamó. Encima de la mesa china, al lado del diván, O