Literatura BDSM Cincuenta sombras más oscuras | Page 316
Oh, gracias a Dios. Sus ojos refulgen mientras observa cómo me dirijo al
coche, abro la puerta del pasajero y entro. Una vez que estoy sana y salva en el Audi,
él desaparece en el interior del edificio, y yo vuelvo a sentir el corazón en la garganta.
¿Qué piensa hacer?
Me siento y espero. Y espero. Y espero. Cinco minutos eternos. El taxi de
Jack aparca delante del Audi. Diez minutos. Quince. Dios… ¿qué están haciendo ahí
dentro, y cómo estará Taylor? La espera es un martirio.
Al cabo de veinticinco minutos, Jack sale del edificio cargado con una caja
de cartón. Detrás de él aparece el guardia de seguridad. ¿Dónde estaba antes? Después
salen Christian y Taylor. Jack parece aturdido. Va directo al taxi, y yo me alegro de
que el Audi tenga los cristales ahumados y no pueda verme. El taxi arranca —no creo
que se dirija al aeropuerto—, y Christian y Taylor se acercan al coche.
Christian abre la puerta del conductor y se desliza en el asiento,
seguramente porque yo estoy delante, y Taylor se sienta detrás de mí. Ninguno de los
dos dice una palabra cuando Christian pone el coche en marcha y se incorpora al
tráfico. Yo me atrevo a mirar de reojo a Cincuenta. Tiene los labios apretados, pero
parece abstraído. Suena el teléfono del coche.
—Grey —espeta Christian.
—Señor Grey, soy Barney.
—Barney, estoy en el manos libres y hay más gente en el coche —advierte.
—Señor, ya está todo hecho. Pero tengo que hablar con usted sobre otras
cosas que he encontrado en el ordenador del señor Hyde.
—Te llamaré cuando llegue. Y gracias, Barney.
—Muy bien, señor Grey.
Barney cuelga. Su voz parecía la de alguien mucho más joven de lo que me
esperaba.
¿Qué más habrá en el ordenador de Jack?
—¿No vas a hablarme? —pregunto en voz baja.
Christian me mira, vuelve a fijar la vista en la carretera, y me doy cuenta de
que sigue enfadado.
—No —replica en tono adusto.
Oh, ya estamos… qué infantil. Me rodeo el cuerpo con los brazos, y
observo por la ventanilla con la mirada perdida. Quizá debería pedirle VR