Literatura BDSM Cincuenta sombras más oscuras | Page 144
—Oh, Christian… esto es maravilloso.
Levanto la vista, fascinada, y él se inclina para besarme.
—Es hora de irse —murmura, y una enorme sonrisa se dibuja en su
hermoso rostro al pronunciar esas palabras tan prometedoras.
De repente, me siento muy cansada.
Alza de nuevo la vista, buscando entre la multitud que empieza a
dispersarse, y ahí está Taylor. Se dicen algo sin pronunciar palabra.
—Quedémonos por aquí un momento. Taylor quiere que esperemos hasta
que la gente se vaya.
Ah.
—Creo que ha envejecido cien años por culpa de los fuegos artificiales —
añade.
—¿No le gustan los fuegos artificiales?
Christian me mira con cariño y niega con la cabeza, pero no aclara nada.
—Así que Aspen, ¿eh? —dice, y sé que intenta distraerme de algo.
Funciona.
—Oh… no he pagado la puja —digo apurada.
—Puedes mandar el talón. Tengo la dirección.
—Estabas realmente enfadado.
—Sí, lo estaba.
Sonrío.
—La culpa es tuya y de tus juguetitos.
—Te sentías bastante abrumada por toda la situación, señorita Steele. Y el
resultado ha sido de lo más satisfactorio, si no recuerdo mal. —Sonríe lascivo—. Por
cierto, ¿dónde están?
—¿Las bolas de plata? En mi bolso.
—Me gustaría recuperarlas. —Me mira risueño—. Son un artilugio
demasiado potente para dejarlo en tus inocentes manos.
—¿Tienes miedo de que vuelva a sentirme abrumada, con otra persona
quizá?
Sus ojos brillan peligrosamente.
—Espero que eso no pase ( FF