Literatura BDSM Cincuenta sombras más oscuras | Page 142
los huesos, y seriamente deshidratado. No hablaba. —Carrick, sumido en ese terrible
recuerdo, ajeno al alegre compás de la música que nos rodea, tuerce otra vez el gesto
—. De hecho, estuvo casi dos años sin hablar. Lo que finalmente le sacó de su mutismo
fue tocar el piano. Ah, y la llegada de Mia, naturalmente.
Me sonríe con cariño.
—Toca maravillosamente bien. Y ha conseguido tantas cosas en la vida que
debe de estar muy orgulloso de él —digo con la voz casi quebrada.
¡Dios santo! Estuvo dos años sin hablar.
—Inmensamente. Es un joven muy decidido, muy capaz, muy brillante.
Pero, entre tú y yo, Anastasia, verlo cómo está esta noche… relajado, comportándose
como alguien de su edad… eso es lo que realmente nos emociona a su madre y a mí.
Eso es lo que estábamos comentando hoy mismo. Y creo que debemos darte las gracias
por ello.
Una sensación de rubor me invade de la cabeza a los pies. ¿Qué debo decir
ahora?
—Siempr