Literatura BDSM Cincuenta sombras más oscuras | Page 135
Christian me mira sonriendo, me toma en sus brazos y empieza a moverse.
Oh, baila tan bien que es muy fácil seguirle. Nos sonreímos mutuamente como tontos,
mientras me hace girar alrededor de la pista.
—Me encanta esta canción —murmura Christian, y baja los ojos hacia mí
—. Resulta muy apropiada.
Ya no sonríe, está serio.
—Yo también te tengo bajo la piel —respondo—. Al menos te tenía en tu
dormitorio.
Frunce los labios, pero es incapaz de disimular su regocijo.
—Señorita Steele —me reprocha en tono de broma—, no tenía ni idea de
que pudiera ser tan grosera.
—Señor Grey, yo tampoco. Creo que es a causa de todas mis experiencias
recientes. Han sido muy educativas.
—Para ambos.
Christian vuelve a estar serio, y se diría que estamos los dos solos con la
banda. En nuestra burbuja privada.
Cuando termina la canción, los dos aplaudimos. Sam, el cantante, saluda
con elegancia y presenta a su banda.
—¿Puedo interrumpir?
Reconozco al hombre que pujó por mí en la subasta. Christian me suelta de
mala gana, pero parece también divertido.
—Adelante. Anastasia, este es John Flynn. John, Anastasia.
¡Oh, no!
Christian sonríe y se aleja con paso tranquilo hacia un lateral de la pista de
baile.
—¿Cómo estás, Anastasia? —dice el doctor Flynn en tono afable, y me doy
cuenta de que es inglés.
—Hola —balbuceo.
La banda inicia otra canción, y el doctor Flynn me toma entre sus brazos. Es
mucho más joven de lo que imaginaba, aunque no puedo verle la cara. Lleva una
máscara parecida a la de Christian. Es alto, pero no tanto como Christian, ni tampoco
se mueve con su gracia natural.
¿Qué le digo? ¿Por qué Christian está tan jodido? ¿Por qué ha apostado por
mí? Eso es lo único que quiero preguntarle, pero me parece una grosería en cierto
sentido.
—Estoy encantado de conocerte por fin, Anastasia. ¿Lo estás pasando bien?
—pregunta.
—Lo estaba —murmuro.
—Oh, espero no ser el responsable de tu cambio de humor.
Me obsequia con una sonrisa breve y afectuosa que hace que me sienta algo