Literatura BDSM Cincuenta sombras más oscuras | Page 136
más a gusto.
—Usted es el psiquiatra, doctor Flynn. Dígamelo usted.
Sonríe.
—Ese es el problema, ¿verdad? ¿Que soy psiquiatra?
Se me escapa una risita.
—Me siento un poco intimidada y avergonzada, porque me preocupa lo que
pueda revelarme. Y la verdad es que lo único que quiero hacer es preguntarle acerca
de Christian.
Sonríe.
—En primer lugar, estamos en una fiesta, de manera que no estoy de
servicio —musita con aire cómplice—. Y, en segundo, lo cierto es que no puedo
hablar contigo sobre Christian. Además —bromea—, le necesitamos al menos hasta
Navidad.
Doy un respingo, atónita.
—Es una broma de médicos, Anastasia.
Me ruborizo, incómoda, y me siento un poco ofendida. Está bromeando a
costa de Christian.
—Acaba de confirmar lo que he estado diciéndole a Christian… que no es
usted más que un charlatán carísimo —le reprocho.
El doctor Flynn reprime una carcajada.
—Puede que tengas parte de razón.
—¿Es usted inglés?
—Sí. Nacido en Londres.
—¿Y cómo acabó usted aquí?
—Por una feliz circunstancia.
—No es muy extrovertido, ¿verdad?
—No tengo mucho que contar. La verdad es que soy una persona muy
aburrida.
—Eso es ser muy autocrítico.
—Típico de los británicos. Forma parte de nuestro carácter nacional.
—Ah.
—Y podría acusarte a ti de lo mismo, Anastasia.
—¿De ser también una persona aburrida, doctor Flynn?
Suelta un bufido.
—No, Anastasia, de no ser extrovertida.
—No tengo mucho que contar —replico sonriendo.
—Lo dudo, sinceramente.
Y, de forma inesperada, frunce el ceño.
Me ruborizo, pero entonces la música cesa y Christian vuelve a aparecer a
mi lado. El doctor Flynn me suelta.