Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 69

vigilancia, ni los fabrica. Y en tercer lugar, si no hubiera ido a buscarte, seguramente te habrías despertado en la cama del fotógrafo y, si no recuerdo mal, no estabas muy entusiasmada con sus métodos de cortejarte —me dice mordazmente. ¡Sus métodos de cortejarme! Levanto la mirada hacia Christian, que me mira fijamente con ojos brillantes, ofendidos. Intento morderme el labio, pero no consigo reprimir la risa. —¿De qué crónica medieval te has escapado? Pareces un caballero andante. Veo que se le pasa el enfado. Sus ojos se dulcifican, su expresión se vuelve más cálida y en sus labios parece esbozarse una sonrisa. —No lo creo, Anastasia. Un caballero oscuro, quizá —me dice con una sonrisa burlona, cabeceando—. ¿Cenaste ayer? Su tono es acusador. Niego con la cabeza. ¿Qué gran pecado he cometido ahora? Se le tensa la mandíbula, pero su rostro sigue impasible. —Tienes que comer. Por eso te pusiste tan mal. De verdad, es la primera norma cuando bebes. Se pasa la mano por el pelo, pero ahora porque está muy nervioso. —¿Vas a seguir riñéndome? —¿Estoy riñéndote? —Creo que sí. —Tienes suerte de que solo te riña. —¿Qué quieres decir? —Bueno, si fueras mía, después del numerito que montaste ayer no podrías sentarte en una semana. No cenaste, te emborrachaste y te pusiste en peligro. Cierra los ojos. Por un instante el terror se refleja en su rostro y se estremece. Cuando abre los ojos, me mira fijamente. —No quiero ni pensar lo que podría haberte pasado. Lo miro con expresión ceñuda. ¿Qué le pasa? ¿A él qué le importa? Si fuera suya… Bueno, pues no lo soy. Aunque quizá