Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 59

Uf, me da vueltas la cabeza. Tengo que agarrarme al respaldo de la silla. Los cócteles con tequila no son una buena idea. Me dirijo a la barra y decido que debería ir al baño ahora que todavía me mantengo en pie. Bien pensado, Ana. Me abro camino entre el gentío tambaleándome. Por supuesto hay cola, pero al menos el pasillo está tranquilo y fresco. Saco el móvil para pasar el rato mientras espero. A ver… ¿cuál ha sido mi última llamada? ¿A José? Antes hay un número que no sé de quién es. Ah, sí. Grey. Creo que es su número. Me río. No tengo ni idea de la hora que es. Quizá lo despierte. Quizá pueda explicarme por qué me ha mandado esos libros y el críptico mensaje. Si quiere que me mantenga alejada de él, debería dejarme en paz. Reprimo una sonrisa de borracha y pulso el botón de llamar. Contesta a la segunda señal. —¿Anastasia? Le ha sorprendido que lo llamara. Bueno, la verdad es que a mí me sorprende estar llamándolo. A continuación mi ofuscado cerebro se pregunta cómo sabe que soy yo. —¿Por qué me has mandado esos libros? —le pregunto arrastrando las palabras. —Anastasia, ¿estás bien? Tienes una voz rara —me dice en tono muy preocupado. —La rara no soy yo, sino tú —le digo animada por el alcohol. —Anastasia, ¿has bebido? —¿A ti qué te importa? —Tengo… curiosidad. ¿Dónde estás? —En un bar. —¿En qué bar? —me pregunta nervioso. —Un bar de Portland. —¿Cómo vas a volver a casa? —Ya me las apañaré. La conversación no está yendo como esperaba. —¿En qué bar estás? —¿Por qué me has mandado esos libros, Christian? —Anastasia, ¿dónde estás? Dímelo ahora mismo.