Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 57
¡Son primeras ediciones! Deben de valer una fortuna. E inmediatamente sé quién
me las ha mandado. Kate observa los libros por encima de mi hombro. Coge la
tarjeta.
—Primeras ediciones —susurro.
—No… —dice abriendo los ojos incrédula—. ¿Grey?
Asiento.
—No se me ocurre nadie más.
—¿Qué quiere decir la tarjeta?
—No tengo ni idea. Creo que es una advertencia… La verdad es que sigue
previniéndome. No tengo ni idea de por qué. No es que me haya dedicado a tirarle
la puerta abajo precisamente —digo frunciendo el ceño.
—Sé que no quieres hablar de él, Ana, pero no hay duda de que le interesas, te
advierta o no.
No me he permitido pensar demasiado en Christian Grey en la última semana.
Bueno… sus ojos grises siguen invadiendo mis sueños, y sé que tardaré una
eternidad en eliminar de mi cerebro la sensación de sus brazos rodeándome y su
maravilloso olor. ¿Por qué me ha mandado estos libros? Me dijo que yo no era para
él.
—He encontrado una primera edición de Tess en venta, en Nueva York, por
catorce mil dólares, pero los tuyos están en mucho mejor estado. Deben de haber
costado más —me dice Kate consultando a su buen amigo Google.
—La cita… Tess se lo dice a su madre después de lo que le hace Alec
d’Urberville.
—Lo sé —me contesta Kate, pensativa—. ¿Qué intenta decir?
—Ni lo sé ni me importa. No puedo aceptarlos. Se los devolveré con otra cita tan
desconcertante como esta de alguna parte confusa del libro.
—¿El pasaje en el que Angel Clare la manda a la mierda? —me pregunta Kate
muy seria.