Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 41
pidiéndome una cita. Está preguntándote si quieres un café. Quizá piensa que
todavía no te has despertado, me suelta mi subconsciente en tono burlón.
Carraspeo e intento controlar los nervios.
—Tengo que llevar a todos a casa —murmuro en tono de disculpa retorciendo
las manos y los dedos.
—¡Taylor! —grita.
Pego un bote. Taylor, que se había quedado esperando al fondo del pasillo, se
vuelve y regresa con nosotros.
—¿Van a la universidad? —me pregunta Grey en voz baja.
Asiento, porque estoy demasiado aturdida para contestar.
—Taylor puede llevarlos. Es mi chófer. Tenemos un 4 x 4 grande, así que puede
llevar también el equipo.
—¿Señor Grey? —pregunta Taylor cuando llega hasta nosotros con rostro
inexpresivo.
—¿Puede llevar a su casa al fotógrafo, su ayudante y la señorita Kavanagh, por
favor?
—Por supuesto, señor —le contesta Taylor.
—Arreglado. ¿Puede ahora venir conmigo a tomar un café?
Grey sonríe dándolo por hecho.
Frunzo el ceño.
—Verá… señor Grey… esto… la verdad… Mire, no es necesario que Taylor los
lleve. —Lanzo una rápida mirada a Taylor, que sigue estoicamente impasivo—.
Puedo intercambiar el coche con Kate, si me espera un momento.
Grey me dedica una sonrisa de oreja a oreja deslumbrante y natural. Madre
mía… Abre la puerta de la suite y la sostiene para que pase. Entro deprisa y
encuentro a Katherine en plena discusión con José.
—Ana, creo que no hay duda de que le gustas —me dice sin el menor
preámbulo.
José me mira ceñudo.
—Pero no me fío de él —añade Kate.
Levanto la mano con la esperanza de que se calle, y milagrosamente lo hace.
—Kate, ¿puedes llevarte a Wanda y dejarme tu coche?