Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 40

luego haremos también unas cuantas de pie. Le indica una silla colocada contra una pared. Travis enciende las luces, que por un momento ciegan a Grey, y susurra una disculpa. Luego él y yo nos quedamos atrás y observamos a José mientras toma las fotografías. Hace varias con la cámara en la mano, pidiéndole a Grey que se gire a un lado, al otro, que mueva un brazo y que vuelva a bajarlo. Luego coloca la cámara en el trípode y sigue haciendo fotos de Grey sentado, posando pacientemente y con naturalidad, durante unos veinte minutos. Mi deseo se ha hecho realidad: admiro a Grey desde una distancia no tan larga. En dos ocasiones nuestros ojos se encuentran y tengo que apartar la mirada de la suya, tan inextricable. —Ya tenemos bastantes sentado —interrumpe Katherine—. ¿Puede ponerse de pie, señor Grey? Se levanta y Travis corre a retirar la silla. El obturador de la Nikon de José empieza a chasquear de nuevo. —Creo que ya tenemos suficientes —anuncia José cinco minutos después. —Muy bien —dice Kate—. Gracias de nuevo, señor Grey. Le estrecha la mano, y también José. —Me encantará leer su artículo, señorita Kavanagh —murmura Grey, y se vuelve hacia mí, que estoy junto a la puerta—. ¿Viene conmigo, señorita Steele? —me pregunta. —Claro —le contesto totalmente desconcertada. Miro nerviosa a Kate, que se encoge de hombros. Veo que José, que está detrás de ella, pone mala cara. —Que tengan un buen día —dice Grey abriendo la puerta y apartándose a un lado para que yo salga primero. Pero… ¿De qué va todo esto? ¿Qué quiere? Me detengo en el pasillo y me muevo nerviosa mientras Grey sale de la habitación seguido por el tipo rapado y trajeado. —Enseguida le aviso, Taylor —murmura al rapado. Taylor se aleja por el pasillo y Grey dirige su ardiente mirada gris hacia mí. Mierda… ¿He hecho algo mal? —Me preguntaba si le apetecería tomar un café conmigo. El corazón se me sube de golpe a la boca. ¿Una cita? Christian Grey está