Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 395

exasperado y se pasa una mano mojada por el pelo—. Nunca he hablado de esto con nadie. —Hace una pausa—. Salvo con el doctor Flynn, claro. Y la única razón por la que te lo cuento a ti ahora es que quiero que confíes en mí. —Yo ya confío en ti, pero quiero conocerte mejor, y siempre que intento hablar contigo, me distraes. Hay muchísimas cosas que quiero saber. —Oh, por el amor de Dios, Anastasia. ¿Qué quieres saber? ¿Qué tengo que hacer? Le arden los ojos y, aunque no alza la voz, sé que está haciendo un esfuerzo por controlar su genio. Me miro las manos, perfectamente visibles debajo del agua ahora que la espuma ha empezado a dispersarse. —Solo pretendo entenderlo; eres todo un enigma. No te pareces a nadie que haya conocido. Me alegro de que me cuentes lo que quiero saber. Uf… quizá sean los Cosmopolitan que me envalentonan, pero de repente no soporto la distancia que nos separa. Me muevo por el agua hasta su lado y me pego a él, de forma que estamos piel con piel. Se tensa y me mira con recelo, como si fuera a morderle. Vaya, qué cambio tan inesperado… La diosa que llevo dentro lo escudriña en silencio, asombrada. —No te enfades conmigo, anda —le susurro. —No estoy enfadado contigo, Anastasia. Es que no estoy acostumbrado a este tipo de conversación, a este interrogatorio. Esto solo lo hago con el doctor Flynn y con… Se calla y frunce el ceño. —Con ella. Con la señora Robinson. ¿Hablas con ella? —inquiero, procurando controlar mi genio yo también. —Sí, hablo con ella. —¿De qué? Se recoloca para poder mirarme, haciendo que el agua se derrame por los bordes hasta el suelo. Me pasa el brazo por los hombros y lo apoya en el borde de la bañera. —Eres insistente, ¿eh? —murmura algo irritado—. De la vida, del universo… de negocios. La señora Robinson y yo hace tiempo que nos conocemos, Anastasia. Hablamos de todo. —¿De mí? —susurro.