Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 367
detalle por el acuerdo de confidencialidad, pero, en cualquier caso, ¿le hablaría a
mi madre de él? Palidezco de pensarlo.
—¿Y bien? —insiste, y me aprieta la mano.
—Se llama Christian. Es guapísimo. Es rico… demasiado rico. Es muy
complicado y temperamental.
Sí, me siento tremendamente orgullosa de mi definición escueta y precisa. Me
vuelvo de lado para mirarla, justo cuando ella hace lo mismo. Me mira con sus ojos
de un azul transparente.
—Centrémonos en lo de complicado y temperamental.
Oh, no…
—Sus cambios de humor me confunden, mamá. Tuvo una infancia difícil y es
muy cerrado, es muy difícil entenderle.
—¿Te gusta?
—Más que eso.
—¿En serio? —me dice, mirándome boquiabierta.
—Sí, mamá.
—En realidad, cielo, los hombres no son complicados. Son criaturas muy
simples y cuadriculadas. Por lo general dicen lo que quieren decir. Y nosotras nos
pasamos horas intentando analizar lo que han dicho, cuando lo cierto es que
resulta obvio. Yo, en tu lugar, me lo tomaría al pie de la letra. Igual te ayuda.
La miro alucinada. Parece un buen consejo. Tomarme a Christian al pie de la
letra. Enseguida me vienen a la cabeza algunas de las cosas que me ha dicho.
«No quiero perderte…»
«Me tienes embrujado…»
«Me tienes completamente hechizado…»
«Yo también te voy a echar de menos, más de lo que te imaginas…»
Miro a mi madre. Ella se ha casado cuatro veces. A lo mejor sí sabe algo de los
hombres, después de todo.
—Casi todos los hombres son volubles, cariño, algunos más que otros. Mira a tu
padre, por ejemplo…
Se le ablanda y entristece la mirada siempre que piensa en mi padre. En mi
verdadero padre, ese hombre mítico al que no llegué a conocer y al que nos
arrebataron de forma tan cruel, siendo marine, en unas maniobras de combate. En