Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 350

Uf, me pone nerviosa que alguien más oiga lo que hablamos. —¿Ya has comprado el billete de avión? —No, lo compraré cuando llegue a casa, por internet. Se apoya en mi hombro y se frota la barbilla en él. —¿Tienes dinero? Oh, no. —Sí —digo poniendo un tono de resignada paciencia, como si hablara con un niño pequeño. Me arquea una ceja reprobatoria. Mierda. —Sí tengo, gracias —rectifico enseguida. —Tengo un jet. No se va a usar hasta dentro de tres días; está a tu disposición. Lo miro boquiabierta. Pues claro que tiene un jet, y yo tengo que resistir la inclinación natural de mi cuerpo a poner los ojos en blanco. Me entran ganas de reír. Pero no lo hago, porque no sé de qué humor está. —Ya hemos abusado bastante de la flota aérea de tu empresa. No me gustaría volver a hacerlo. —La empresa es mía, el jet también. Parece ofendido. ¡Ah, los chicos y sus juguetitos! —Gracias por el ofrecimiento, pero prefiero coger un vuelo regular. Me da la impresión de que quiere seguir discutiéndolo, pero al final no lo hace. —Como quieras. —Suspira—. ¿Tienes que prepararte mucho para las entrevistas? —No. —Bien. No vas a decirme de qué editoriales se trata, ¿verdad? —No. Se dibuja en sus labios una sonrisa reticente. —Soy un hombre de recursos, señorita Steele. —Soy perfectamente consciente de eso, señor Grey. ¿Me vas a rastrear el móvil? —pregunto inocentemente. —La verdad es que esta tarde voy a estar muy liado, así que tendré que pedirle a alguien que lo haga por mí.