Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 34
3
Kate se pone loca de contenta.
—Pero ¿qué hacía en Clayton’s?
Su curiosidad rezuma por el teléfono. Estoy al fondo del almacén e intento que
mi voz suene despreocupada.
—Pasaba por aquí.
—Me parece demasiada casualidad, Ana. ¿No crees que ha ido a verte?
El corazón me da un brinco al planteármelo, pero la alegría dura poco. La triste
y decepcionante realidad es que había venido por trabajo.
—Ha venido a visitar el departamento de agricultura de la universidad.
Financia una investigación —murmuro.
—Sí, sí. Ha concedido al departamento una subvención de dos millones y medio
de dólares.
Uau.
—¿Cómo lo sabes?
—Ana, soy periodista y he escrito un artículo sobre este tipo. Mi obligación es
saberlo.
—Vale, Carla Bernstein, no te sulfures. Bueno, ¿quieres esas fotos?
—Pues claro. El problema es quién va a hacerlas y dónde.
—Podríamos preguntarle a él dónde. Ha dicho que se quedaría por la zona.
—¿Puedes contactar con él?
—Tengo su móvil.
Kate pega un grito.
—¿El soltero más rico, más escurridizo y más enigmático de todo el estado de
Washington te ha dado su número de móvil?
—Bueno… sí.