Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 33
Miro a Grey, pero me arrepiento inmediatamente. Está observándome fijamente.
Me pone de los nervios.
—¿Quiere una bolsa? —le pregunto cogiendo su tarjeta de crédito.
—Sí, gracias, Anastasia.
Su lengua acaricia mi nombre, y el corazón se me vuelve a disparar. Apenas
puedo respirar. Meto deprisa lo que ha comprado en una bolsa de plástico.
—Ya me llamará si quiere que haga la sesión de fotos.
Vuelve a ser el hombre de negocios. Asiento, porque de nuevo me he quedado
sin palabras, y le devuelvo la tarjeta de crédito.
—Bien. Hasta mañana, quizá. —Se vuelve para marcharse, pero se detiene—.
Ah, una cosa, Anastasia… Me alegro de que la señorita Kavanagh no pudiera
hacerme la entrevista.
Sonríe y sale de la tienda a grandes zancadas y con renovada determinación,
colgándose la bolsa del hombro y dejándome como una masa temblorosa de
embravecidas hormonas femeninas. Paso varios minutos mirando la puerta
cerrada por la que acaba de marcharse antes de volver a pisar la Tierra.
De acuerdo. Me gusta. Ya está, lo he admitido. No puedo seguir escondiendo
mis sentimientos. Nunca antes me había sentido así. Me parece atractivo, muy
atractivo. Pero sé que es una causa perdida y suspiro con un pesar agridulce. Ha
sido solo una coincidencia que viniera. Pero, bueno, puedo admirarlo desde la
distancia, ¿no? No tiene nada de malo. Y si encuentro a un fotógrafo, mañana lo
admiraré a mis anchas. Me muerdo el labio pensándolo y me descubro a mí misma
sonriendo como una colegiala. Tengo que llamar a Kate para organizar la sesión
fotográfica.