Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 339

al hacerlo, las bolas me pesan dentro, me masajean internamente. Es una sensación muy rara y no del todo desagradable. De hecho, se me acelera la respiración cuando me estiro para coger un vaso del armario de la cocina, y ahogo un jadeo. Madre mía. Igual tendría que dejarme esto puesto. Hacen que me sienta deseada. Cuando vuelvo, me observa detenidamente. —Gracias —dice, y me coge el vaso de agua. Despacio, da un sorbo y deja el vaso en la mesita de noche. En ella hay un condón, listo y esperando, como yo. Entonces sé que está haciendo esto para generar expectación. El corazón se me ha acelerado un poco. Centra su mirada de ojos grises en mí. —Ven. Ponte a mi lado. Como la otra vez. Me acerco a él, la sangre me zumba por todo el cuerpo, y esta vez… estoy caliente. Excitada. —Pídemelo —me dice en voz baja. Frunzo el ceño. ¿Que le pida el qué? —Pídemelo —repite, algo más duro. ¿El qué? ¿Un poco de agua? ¿Qué quiere? —Pídemelo, Anastasia. No te lo voy a repetir más. Hay una amenaza velada en sus palabras, y entonces caigo. Quiere que le pida que me dé unos azotes. Madre mía. Me mira expectante, con la mirada cada vez más fría. Mierda. —Azótame, por favor… señor —susurro. Cierra los ojos un instante, saboreando mis palabras. Alarga el brazo, me agarra la mano izquierda y, tirando de mí, me arrastra a sus rodillas. Me dejo caer sobre su regazo, y me sujeta. Se me sube el corazón a la boca cuando empieza a acariciarme el trasero. Me tiene ladeada otra vez, de forma que mi torso descansa en la cama, a su lado. Esta vez no me echa la pierna por encima, sino que me aparta el pelo de la cara y me lo recoge detrás de la oreja. Acto seguido, me agarra el pelo a la altura de la nuca para sujetarme bien. Tira suavemente y echo la cabeza hacia atrás. —Quiero verte la cara mientras te doy los azotes, Anastasia —murmura sin dejar de frotarme suavemente el trasero. Desliza la mano entre mis nalgas y me aprieta el sexo, y la sensación global es… Gimo. Oh, la sensación es exquisita.