Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 337

Asiento con la cabeza. Me tiende la mano y en la palma lleva dos bolas de plata redondas y brillantes unidas por un grueso hilo negro. —Son nuevas —dice con énfasis. Lo miro inquisitiva. —Te las voy a meter y luego te voy a dar unos azotes, no como castigo, sino para darte placer y dármelo yo. Se interrumpe y sopesa la reacción de mis ojos muy abiertos. ¡Metérmelas! Ahogo un jadeo y se tensan todos los músculos de mi vientre. La diosa que llevo dentro está haciendo la danza de los siete velos. —Luego follaremos y, si aún sigues despierta, te contaré algunas cosas sobre mis años de formación. ¿De acuerdo? ¡Me está pidiendo permiso! Con la respiración acelerada, asiento. Soy incapaz de hablar. —Buena chica. Abre la boca. ¿La boca? —M :2