Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 318
ansioso por cambiar de tema.
Los aperitivos están deliciosos, así que me concentro en comer mientras Elliot, el
señor Grey y Christian hablan de béisbol. Christian parece sereno y relajado
cuando habla con su familia. La cabeza me va a mil. Maldita sea Kate, ¿a qué
juega? ¿Me castigará Christian? Tiemblo solo de pensarlo. Aún no he firmado ese
contrato. Quizá no lo firme. Quizá me quede en Georgia; allí no podrá venir a por
mí.
—¿Qué tal en
educadamente.
vuestra
nueva
casa,
querida?
—me
pregunta
Grace
Agradezco la pregunta, que me distrae de mis pensamientos contradictorios, y
le hablo de la mudanza.
Cuando terminamos los entrantes, aparece Gretchen y, una vez más, lamento no
poder tocar a Christian con libertad para hacerle saber que, aunque lo hayan
jodido de cincuenta mil maneras, es mío. Se dispone a recoger los platos,
acercándose demasiado a Christian para mi gusto. Por suerte, él parece no
prestarle ninguna atención, pero la diosa que llevo dentro está que arde, y no en el
buen sentido de la palabra.
Kate y Mia se deshacen en elogios de París.
—¿Has estado en París, Ana? —pregunta Mia inocentemente, sacándome de mi
celoso ensimismamiento.
—No, pero me encantaría ir.
Sé que soy la única de la mesa que jamás ha salido del país.
—Nosotros fuimos de luna de miel a París.
Grace sonríe al señor Grey, que le devuelve la sonrisa.
Resulta casi embarazoso. Es obvio que se quieren mucho, y me pregunto un
instante cómo será crecer con tus dos progenitores presentes.
—Es una ciudad preciosa —coincide Mia—. A pesar de los parisinos. Christian,
deberías llevar a Ana a París —afirma rotundamente.
—Me parece que Anastasia preferiría Londres —dice Christian con dulzura.
Vaya, se acuerda. Me pone la mano en la rodilla; me sube los dedos por el
muslo. El cuerpo entero se me tensa en respuesta. No, aquí no, ahora no. Me
ruborizo y me remuevo en el asiento, tratando de zafarme de él. Me agarra el
muslo, inmovilizándome. Cojo mi copa de vino, desesperada.
Vuelve miss Coletitas Europeas, toda miradas coquetas y vaivén de caderas,