Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 204

—Mi salud sexual. Bueno, todas mis compañeras anteriores se hicieron análisis de sangre, y yo me hago pruebas cada seis meses de todos estos riesgos que comentas. Mis últimas pruebas han salido perfectas. Nunca he tomado drogas. De hecho, estoy totalmente en contra de las drogas, y mi empresa lleva una política antidrogas muy estricta. Insisto en que se hagan pruebas aleatorias y por sorpresa a mis empleados para detectar cualquier posible consumo de drogas. Uau… La obsesión controladora llega a la locura. Lo miro perpleja. —Nunca me han hecho una transfusión. ¿Contesta eso a tu pregunta? Asiento, impasible. —El siguiente punto ya lo he comentado antes. Puedes dejarlo en cualquier momento, Anastasia. No voy a detenerte. Pero si te vas… se acabó. Que lo sepas. —De acuerdo —le contesto en voz baja. Si me voy, se acabó. La idea me resulta inesperadamente dolorosa. El camarero llega con el primer plato. ¿Cómo voy a comer? Madre mía… ha pedido ostras sobre hielo. —Espero que te gusten las ostras —me dice Christian en tono amable. —Nunca las he probado. Nunca. —¿En serio? Bueno. —Coge una—. Lo único que tienes que hacer es metértelas en la boca y tragártelas. Creo que lo conseguirás. Me mira y sé a qué está aludiendo. Me pongo roja como un tomate. Me sonríe, exprime zumo de limón en su ostra y se la mete en la boca. —Mmm, riquísima. Sabe a mar —me dice sonriendo—. Vamos —me anima. —¿No tengo que masticarla? —No, Anastasia. Sus ojos brillan divertidos. Parece muy joven. Me muerdo el labio, y su expresión cambia instantáneamente. Me mira muy serio. Estiro el brazo y cojo mi primera ostra. Vale… esto no va a salir bien. Le echo zumo de limón y me la meto en la boca. Se desliza por mi garganta, toda ella mar, sal, la fuerte acidez del limón y su textura carnosa… Oooh. Me chupo los labios. Christian me mira fijamente, con ojos impenetrables. —¿Y bien? —Me comeré otra —me limito a contestarle.