Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 155
—Ya veo.
—Es más, querrás que lo haga —añade en voz baja.
Lo dudo, sinceramente. Pincho otro trozo de venado y me lo acerco a los labios.
—Es mucho decir —murmuro.
Y me lo meto en la boca.
—Lo es.
Cierra los ojos un segundo. Cuando los abre, está muy serio.
—Anastasia, tienes que seguir tu instinto. Investiga un poco, lee el contrato…
No tengo problema en comentar cualquier detalle. Estaré en Portland hasta el
viernes, por si quieres que hablemos antes del fin de semana. —Sus palabras me
llegan en un torrente apresurado—. Llámame… Podríamos cenar… ¿digamos el
miércoles? De verdad quiero que esto funcione. Nunca he querido nada tanto.
Sus ojos reflejan su ardiente sinceridad y su deseo. Es básicamente lo que no
entiendo. ¿Por qué yo? ¿Por qué no una de las quince? Oh, no… ¿En eso voy a
convertirme? ¿En un número? ¿La dieciséis, nada menos?
—¿Qué pasó con las otras quince? —le pregunto de pronto.
Alza las cejas sorprendido y mueve la cabeza con expresión resignada.
—Cosas distintas, pero al fin y al cabo se reduce a… —Se detiene, creo que
intentando encontrar las palabras—. Incompatibilidad.
Se encoge de hombros.
—¿Y crees que yo podría ser compatible contigo?
—Sí.
—Entonces ya no ves a ninguna de ellas.
—No, Anastasia. Soy monógamo.
Vaya… toda una noticia.
—Ya veo.
—Investiga un poco, Anastasia.
Dejo el cuchillo y el tenedor. No puedo seguir comiendo.
—¿Ya has terminado? ¿Eso es todo lo que vas a comer?
Asiento. Me pone mala cara, pero decide callarse. Dejo escapar un pequeño
suspiro de alivio. Con tanta información se me ha revuelto el estómago y estoy un
poco mareada por el vino. Lo observo devorando todo lo que tiene en el plato.