Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 118
—¿Te he hecho daño? —me pregunta Christian mientras se tumba a mi lado
apoyándose en un codo.
Me pasa un mechón de pelo por detrás de la oreja. Y no puedo evitar esbozar
una amplia sonrisa.
—¿Estás de verdad preguntándome si me has hecho daño?
—No me vengas con ironías —me dice con una sonrisa burlona—. En serio,
¿estás bien?
Sus ojos son intensos, perspicaces, incluso exigentes.
Me tiendo a su lado sintiendo los miembros desmadejados, con los huesos como
de goma, pero estoy relajada, muy relajada. Le sonrío. No puedo dejar de sonreír.
Ahora entiendo a qué viene tanto alboroto. Dos orgasmos… todo tu ser
completamente descontrolado, como cuando una lavadora centrifuga. Uau. No
tenía ni idea de lo que mi cuerpo era capaz, de que podía tensarse tanto y liberarse
de forma tan violenta, tan gratificante. El placer ha sido indescriptible.
—Estás mordiéndote el labio, y no me has contestado.
Frunce el ceño. Le sonrío con gesto travieso. Está imponente con su pelo
alborotado, sus ardientes ojos grises entrecerrados y su expresión seria e
impenetrable.
—Me gustaría volver a hacerlo —susurro.
Por un momento creo ver una fugaz expresión de alivio en su cara. Luego
cambia rápidamente de expresión y me mira con ojos velados.
—¿Ahora mismo, señorita Steele? —musita en tono frío. Se inclina sobre mí y
me besa suavemente en la comisura de la boca—. ¿No eres un poquito exigente?
Date la vuelta.
Parpadeo varias veces, pero al final me doy la vuelta. Me desabrocha el
sujetador y me desliza la mano desde la espalda hasta el trasero.
—Tienes una piel realmente preciosa —murmura.
Mete una pierna entre las mías y se queda medio tumbado sobre mi espalda.
Siento la presión de los botones de su camisa mientras me retira el pelo de la cara y
me besa en el hombro.
—¿Por qué no te has quitado la camisa? —le pregunto.
Se queda inmóvil. Acto seguido se quita la camisa y vuelve a tumbarse encima
de mí. Siento su cálida piel sobre la mía. Mmm… Es una maravilla. Tiene el pecho
cubierto de una ligera capa de pelo, que me hace cosquillas en la espalda.