LIMASHUN 26 | Page 9

LA ROSA Y EL FRUTO Cesar Angulo
Érase una vez una rosa muy hermosa que nació en año bisiesto . La flor más hermosa del jardín que quedaba junto al camino , fue quizá el brote perfecto después de mucho tiempo del rosal . Era el ideal de todo enamorado para adornar el amor de su amada , con el perfume , cual tesoro , digno de obsequio para tan noble sentimiento .
Su cuerpo se mecía con el viento y las hojas acompañaban el osado movimiento . Se dejaba dominar solo cuando el sol la acariciaba y correspondía al saludo desnudando sus hojas , una a una , y elevando su fragancia al cielo . Cuando esto sucedía el aroma entraba a los aposentos de la lluvia y la despertaba solo para dejarse caer sobre la tierra y contemplar desde más cerca la belleza de la creación .
La primavera estaba a puertas , el zumbido de las abejas y la belleza de todo el jardín empezaban a florecer . Entonces la lluvia se apareció entre el horizonte , y sin querer algunas de sus gotas llegaron a parar bruscamente sobre los pétalos de nuestra rosa dañando mucho a esta agraciada flor , ella lo veía como agravio a su belleza , pero no notaba que al fin y al cabo la lluvia después de golpear tanto sobre sus hojas , se volvía a juntar una vez más en sus en raíces dándole la fortaleza que necesitaba para florecer una vez más . Fue así por toda la estación y un fruto que crecía en frente de ella observaba desde su rama todas estas cosas .
Pronto se apareció el verano , entonces la lluvia se retiró y dio paso a la garúa , esta nueva forma de bendición a la tierra pronto terminó agradando a la rosa , pues no la lastimaba como la lluvia , sino que la acariciaba , y sabía tratarla bien , las gotas de la garua cumplían con los caprichos de la flor y la complacían refrescándola suavemente hasta el interior de su pistilo . Pero al no tener la intensidad de la lluvia , al salir el sol , sus gotas se secaban y no llegaba mucho a las raíces de las plantas , las flores no crecían y florecían lentamente y empezaban a mantenerse como podían . Entonces el fruto que estaba muy jugoso y pomposo sobre su rama se atrevió a resaltar sus atributos y formas sobre los de la rosa , increpándole que entre los dos , y además el resto , él era perfecto . La rosa muy ofendida no se quedó atrás y no tardó en iniciarse pronto una tormenta de discusiones de vanidad y belleza . Así se pasaron toda la estación .
Pronto los sorprendió el otoño , esos días cuando las hojas se caen y las flores se tornan amarillas , los árboles se
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