taba buscando . Al llegar a casa mamá estaba muy preocupada pues no acostumbraba a llegar tarde .
—¿ Dónde estabas ? llamé al colegio y me dijeron que habían salido temprano , mira la hora que es .
— Fui a caminar y sin darme cuenta llegué a San Rafael , no hice nada malo .
— Si tu padre estaría aquí no te permitiría llegar tarde . — Pero no está , madre . Terminé de cenar ayudé con las cosas que faltaba hacer y me fui a descansar .
A la mañana siguiente me levanté temprano , esperé el bus muy emocionado , tenía ganas de subir al carro ya porque sabía que algo nuevo sucedería .
— Otro día más que María me arruinará el día — dije mientras miraba acercarse el bus . Extrañamente ese día la niña parlanchina no pronunció ni una sola palabra .
Mi inquietud hizo que me sentara junto a la ventana , para suerte mía el semáforo estaba en rojo y vi una vez más al ave que según yo , estaba buscando . Aproveché y en ese instante escapé del bus .
Crucé la avenida Leoncio Prado , caminé rápidamente y seguí al ave , sabía que nada me detendría simplemente quería atraparlo y contemplar su hermosura , terminar con estas ansias de saber por qué de repente la presencia de este animal me inquietaba tanto .
Escapó rápidamente , fui tras él y corrí tras mi propio destino . Una vez más esta historia quedaría escrito en las líneas blancas de mi vida .
Seguí corriendo pero no lograba alcanzarlo . De vez en cuando se detenía como queriéndome esperar pero no era suficiente , por un momento me había olvidado de todo , solo me importaba el ave .
Mientras corría me vino a la mente el recuerdo de mi padre , él murió cuando yo tenía apenas diez años y aún recuerdo algunas palabras que acostumbraba decirme .
— Hijo cuando yo ya no esté en casa , seguirás mi camino , siempre llevarás mi historia , llevarás fiesta en tu alma , danzarás como los jilgueros en primavera y cada vez que mires a un negrito bailar , te recordarás de mis palabras . Sé que aún eres muy pequeño para entender lo que trato de decirte , pero también sé que la señal llegará en su debida oportunidad .
El recuerdo hizo que me detenga por un momento , no comprendía por qué estaba haciendo eso . Con la mirada en el piso simplemente me puse a llorar y quería regresar a casa . De repente un fuerte viento sacudió toda la ciudad pero no mis ganas de seguir continuando . Entonces comprendí que debía seguir .
—¿ Esta ave será la señal del que tanto hablaba mi padre ? — Entre preguntas y más preguntas que me hacía , seguí todo el camino ; corría y corría sin percatarme que me alejaba de la ciudad ,
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