De Liceo a Ciudadela Universitaria. Historia de la sede de Robledo de la Universidad de Antioquia
Huellas del vandalismo. Muros en piedra y bancas destruidas
En las notas de prensa de los diarios locales durante los años previos encontramos, como se mencionó, que ya desde finales de los 60 se hablaba de cerrar el Liceo Antioqueño; este incidente, luego de muchos y muy graves durante 20 años, constituyó el motivo final.
El Consejo Superior Universitario oficializó el cierre definitivo del Liceo mediante Resolución 855 del 19 de octubre de 1988. El 18 de octubre de 1988, a las cinco de la tarde, el director del Liceo, profesor José Ramiro Galeano Londoño, hizo entrega de la sede al oficial Luis Alfonso Santamaría González, en representación de la Policía Nacional, para que se encargara de su custodia.
El reconocido maestro Conrado González Mejía refiere su impresión sobre el cierre del Liceo:
En 1960 el Liceo dejó su tradicional sede en la Plazuela de San Ignacio para trasladarse al barrio Robledo, donde permaneció hasta 1989, año en que el consejo Superior de la Universidad decidió clausurarlo, aduciendo principalmente razones de orden público y de bajo nivel académico. Terminó así, de una plumada, una historia de 188 años de fructífera existencia, en los cuales el Liceo fue el hogar intelectual de cientos de profesores y miles de estudiantes que en sus aulas recibieron su formación integral, y una escuela práctica de democracia social y tolerancia, basada en la convivencia de estudiantes de los más diversos orígenes, condiciones y formas de pensar 30.
Aunque es evidente la gravedad de la situación, hay quienes acusan a las autoridades gubernamentales y universitarias de falta de voluntad para evitar el cierre definitivo y sugieren que con un cierre temporal habría bastado para empezar a controlar el problema, pues se contaba con el mayor compromiso e interés de la comunidad liceísta por retomar el camino.
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