Libros Comunión de Gracia La Resurrección: Una Promesa Cumplida | Page 41

Hagan correr la voz: ¡ Él Vive!
dimos vivir. La resurrección de Jesús es diferente. Puede ser fácil“ creer” que Jesús resucitó, como si fuera otro hecho para un examen de historia. Pero este hecho no es como los otros hechos. Lo cambia todo. Si Jesucristo en realidad resucitó de los muertos, entonces es mucho más que cualquier otro personaje en la historia. Él es quien declaró ser: el Hijo de Dios. Y si este es el caso, entonces Él, y todo lo que dijo, tiene que ser considerado seriamente.
La resurrección de Jesús está en el corazón de la fe cristiana. Creemos en Jesús porque Él no permaneció muerto. Él les dijo a sus discípulos que resucitaría al tercer día después de su crucifixión. ¡ Y lo hizo! El hecho de su resurrección verificó sus declaraciones. Él era el Hijo de Dios. Y verificó que Dios había actuado decisivamente para encargarse del pecado humano.
¡ Celebremos!
Si hay alguna característica que es universal entre los cristianos de todas las denominaciones, es la celebración de la muerte y resurrección de Jesús. La celebración puede ocurrir en diferentes formas, pero desde aquella primera madrugada de domingo cuando la tumba se encontró vacía, los cristianos hemos recordado estos hechos. Y es mucho más que un recuerdo. Es participación.
La noche antes de que fuera entregado y arrestado para ser juzgado y crucificado, Jesús comió su pascua final con los discípulos. Mientras bendijo y quebró el pan ritual, les dijo a sus discípulos:“ Este pan es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria de mí”( Lucas 22:19). Mientras levantó la copa del vino ritual, les dijo: Beban de ella todos ustedes. Esto es mi sangre del pacto, que es derramada por muchos para el perdón de pecados”( Mateo 26:27-28).
Hay gran significado en esta simple ceremonia que llamamos la Cena del Señor( la última cena de Jesús), la comunión( comunión con Dios y compañeros creyentes mediante Cristo), o eucaristía( acción de gracias). Pablo escribió:“ La copa de bendición que bendecimos, ¿ no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿ no es la comunión del cuerpo de Cristo?”( 1 Corintios 10:16).
Cuando comemos y bebemos el pan y el vino( o jugo de uva) de la Cena del Señor, algo maravilloso, pero incomprensible, está aconteciendo: comunión con Dios. Por medio de Jesucristo, somos unidos con Dios y con todos
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