Las emociones de María
María y Roberto se casaron hace veinte años. Ella era una abogada de cincuenta años y Roberto, un arquitecto de cincuenta y cinco años. Vivían en una casa grande y lujosa en Rosario (provincia de Santa Fe), tenían un auto de alta gama. Una noche María empezó a escuchar voces y ver fantasmas. Pasaron unas dos semanas y ella seguía teniendo las mismas visiones, entonces el marido decidió hacer una consulta con el doctor Mitelberg (especialista en psicología). Dicho doctor le recetó ansiolíticos para que María tomara tres veces al día. Esta medicación la hacía dormir de tal manera que ella perdía la noción del tiempo y del espacio.
Una tarde ella se fue a dormir a su auto con tal mala suerte que entraron ladrones a la casa y se llevaron, entre otras pertenencias, el auto de Roberto con ella adentro. Cuando él llegó de su trabajo quedó desconcertado al no encontrarla, buscó por todos lados: dormitorio, cocina, terraza, sótano, y al final fue al garaje donde se dio cuenta de que no se encontraba su automóvil. Los ladrones al recorrer unos kilómetros y ver que se hallaba una mujer dormida en el asiento de atrás, huyeron dejando el auto abandonado. Al llegar la policía al lugar, la mujer se despertó en estado de shock y golpeándose la cabeza la trasladaron a un hospital psiquiátrico.
Viviana Dieguez y Zulma Pereyra
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