Libro | Page 31

Desde aquel día nunca más se volvieron a separar. Pasaron los años, Facundo y María ya llevaban dos años de casados y tenían aproximadamente unos treinta años los dos. Con los ahorros que tenía María y las ganancias de una de las fábricas de Facundo compraron una casa en Tehuén y un auto para que María se movilizara al centro del pueblo, o por alguna emergencia.

Llevaban muchos años juntos pero pocos conviviendo. La relación a veces era un poco dificultosa pero sabían cómo solucionar la mayoría de los problemas. Facundo tenía el control total de sus dos fábricas y eran muchas las horas que él pasaba ahí dentro. María había dejado ya su trabajo hacía varios años, entonces pasaba todo el día en su casa dejando todo listo para que cuando su amado esposo llegara, estuviera cómodo. María al estar mucho tiempo sola, empezó a sentir que había alguien en la casa, escuchaba ruidos y sentía a alguien detrás suyo mirándola fijamente. Cuando su marido Facundo llegaba, ella le contaba todo lo acontecido pero él no le creía nada. Entonces María llamaba para contarles lo mismo a todos los vecinos y conocidos que tenían en otros pueblos pero nadie respondía, nadie hacía caso a lo que decía.

30