Libro Medicina Basada en Evidencias MBE Alberto Narvaez | Page 27

irónicamente: -"¿Tú también te has aficionado a esto de la Evidencia?". El Dr. Figuera le respondió, rápida y entusiásticamente: "Acabo de leer unos artículos sobre la Medicina Basada en la Evidencia. Es algo realmente interesante y, a la vez, plantea un gran desafío para los médicos de hoy. Se trata de incorporar o integrar de manera más eficiente a nuestra práctica profesional el mejor conocimiento científico existente para, de este modo, poder tomar las decisiones más adecuadas en cada caso. Realmente, te hace cuestionar muchas de las decisiones que uno toma habitualmente en su propia práctica clínica, así como la autoridad de las fuentes de las que uno bebe constantemente. Por mucho tiempo había pensado que...". -"¿Así que tú también te has apuntado a la secta?", le interrumpió bruscamente el Dr. Barra. -"¿Secta? ¿A qué te refieres?", preguntó el Dr. Figuera, algo desconcertado, sin entender el sentido de la pregunta. No podía entender cómo algo tan razonable, y en cierto sentido tan obvio, como aquello que había estado leyendo pudiera generar reacciones de desprecio o de rechazo. -"Sí, hombre, sí. La secta de estos iluminados de la Evidencia", respondió el Dr. Barra, a lo que añadió en tono agrio e irritado: "! A estas alturas van a venir cuatro sabios, que además no saben lo que es estar en la trinchera viendo pacientes a destajo, para decirnos cómo hemos de hacer bien las cosas ¡". Perplejo ante la actitud iracunda de su colega y desconcertado al no poder entender los motivos que podían originarla, el Dr. Figuera balbuceó casi en tono de excusa: "Bueno, yo sólo digo que lo que he leído me ha parecido interesante. Apenas entiendo algo del tema, pero no me ha parecido leer nada que resulte fuera de lugar. ¿Por qué dices eso?". En tono ahora mucho menos agresivo, más bien afable, el Dr. Barra trató de exponer al Dr. Figuera cuáles eran sus objeciones al respecto. Entre otras muchas cosas que dijo, algunas que llamaron la atención al Dr. Figuera fueron las siguientes: -"No podemos pretender encontrar en la investigación una respuesta adecuada a todas las preguntas que nos plantea la práctica clínica diaria. De hecho, no encontramos ensayos clínicos para cada cuestión, y cuando éstos existen, no se basan en pacientes similares a los nuestros. Por tanto, ¿qué utilidad tienen sus resultados? ¡Sólo nos faltaría tener que esperar a disponer de un buen ensayo clínico para poder tomar decisiones! Además, eso sólo es posible para los sabios de turno que no tienen otra cosa que hacer que especular, sin tener la más mínima noción de cuál es la realidad". -"Además, con su énfasis desmesurado en el papel de la investigación clínica como única fuente de verdad, la MBE elimina de sus planteamientos al médico y su 25