Libro Medicina Basada en Evidencias MBE Alberto Narvaez | Page 17

si, además, te fuerzan a explicitarlos, como era el caso ahora, todavía más!
Ante la propuesta de administrar quimioterapia tras la cirugía, Fernando le había preguntado qué probabilidades había de que este tratamiento resultara beneficioso, a lo que no supo qué responder con suficiente claridad. Tan sólo un argumento vago y genérico " se ha demostrado que va bien ". ¿ Cómo lo sabía realmente? ¿ De dónde había adquirido este conocimiento? Casi con toda seguridad, al igual que la mayoría de pautas que aplicaba de manera rutinaria, había extraído esa recomendación de uno de los principales libros de texto de referencia en la especialidad, libro de cabecera de consulta obligada en el Servicio donde trabajaba. ¿ Cómo poner en duda y contradecir una autoridad tan reconocida internacionalmente? Pensándolo bien, recordaba haber oído algo contradictorio al respecto en algún congreso local, pero no le había prestado demasiada atención puesto que, al fin y a cabo, se trataba sólo de la experiencia de alguien sin demasiada relevancia.
Por un instante, como un pensamiento fugaz, se cuestionó si el autor del libro de cabecera habría hecho un esfuerzo realmente riguroso que le permitiera, en definitiva, sentar cátedra sobre la materia. O quizás, si los estudios que aquel había considerado eran de suficiente calidad. De hecho, desconocía prácticamente todos los detalles al respecto. Sólo recordaba la frase resumen al final del apartado de conclusiones donde se aseveraba que dicho tratamiento era una buena opción en casos como los de Fernando, y en eso basaba su actuación. A los pocos segundos, conforme su incomodidad aumentaba, desvió la atención del asunto.
El Dr. Martínez, ante la mirada perpleja de su colega, continuó exponiéndole su pensamiento:- " No debemos atemorizarnos. Ya no somos dioses y los pacientes ya han dejado de ser menores de edad y si no, debemos ayudarles a que dejen de serlo. ¡ Ojalá cada vez haya más pacientes como el que me cuentas, capaces de sostener una relación franca y madura!. No se trata de tener que ofrecer una solución satisfactoria para cada uno de los problemas sino de conocer, en cada caso, en qué nivel de certidumbre nos estamos moviendo. Lo grave no es tener que decirle con franqueza al paciente " lo siento, la medicina no tiene respuestas a su pregunta " cuando éstas realmente no existen, sino ofrecerle falsas o inadecuadas soluciones o, por el contrario, decirle que no las hay cuando en realidad sí podríamos haber hecho algo por él ".
-Prosiguió diciendo: " Al hilo de lo que venimos comentando, desde hace un cierto tiempo estoy leyendo bastante sobre una corriente de pensamiento médico surgida hace poco y llamada Medicina Basada en la Evidencia. Según esta perspectiva, se trataría de incluir a nuestra experiencia profesional el mejor conocimiento disponible para, de este modo, estar capacitados para tomas decisiones lo más adecuadas posibles. Es decir, deberíamos exigirnos estar razonablemente seguros y garantizar al paciente que estamos considerando toda la información disponible
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