Libro: Estado, pensamiento crítico y políticas públicas LIBRO IIESES 2018 | Page 76

76 frente a las escuelas. Sobre todo, se han concentrado en proponer importantes alternativas concretadas como programas de educación, procesos de evaluación diferentes, métodos de enseñanza nuevos y reflexiones sobre los alcances y fines sociales de la educación. Son maestros que piensan con cabeza propia en función de su vocación y del conocimiento que tienen de las condiciones sociales y económicas de las comunidades con las que comparten el día a día. El oscurantista lenguaje y concepciones que el actual secretario de la Secretaría de Educación Pública – conocido por su torvo talante– utiliza para referirse a los planteamientos alternativos del magisterio en el de que representan “intereses particulares inconfesables” y añade: “la única acción alternativa será cumplir la ley a raja tabla”, y con ello justifica cualquier acción represiva, pues el gobierno ha puesto en la mira al movimiento democrático del magisterio y cuenta con el apoyo del sector empresarial, los medios televisivos, los firmantes del pacto e incluso de algunos analistas pseudo independientes (Coll, 2013). f) Organismos internacionales y el concepto de calidad La reforma educativa que buscó un macro/cambio en la gestión del sistema educativo mexicano para seguir los pasos de un modelo educativo mundial institucionalizado, sus influencias internacionales fueron marcadas por las directrices del Banco Mundial y la Organización para la Cooperación Económica (OCDE), pero limando y enderezando sus “dardos más filosos” en cuanto aspectos irritantes como la carencia de un modelo pedagógico, curricular y filosófico que fue subsanada por los documentos, ahora sí educativos. Sus determinantes nacionales fueron marcadas por la fuente de su legitimidad política: el denominado “Pacto por México”, signado por los tres principales partidos políticos: el Partido Revolucionario Institucional, el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática, quienes legalizaron la reforma educativa con el argumento de atender los que ellos consideraron los retos educativos: 1. Culminar la expansión de la matrícula. 2. Evaluar la calidad de la educación, con un enfoque ya no de la revolución, si no de la globalización, ciudadanía y productividad. Por eso originalmente, no se pensó en una reforma pedagógica si no