Libro: Estado, pensamiento crítico y políticas públicas LIBRO IIESES 2018 | Page 43

43 Los datos anteriores muestran que las reformas económicas impulsadas por el gobierno de Peña Nieto (2011-2018) no sólo no han sido capaces de reducir la desigualdad y la pobreza en México, sino que la han profundizado. A juzgar por el raquítico crecimiento económico de este sexenio por concluir, en promedio 2.2%, estas reformas no fueron suficientes para impulsar el crecimiento y el desarrollo social en el país. La reforma del Estado y la reforma social ha sido temas que el actual Gobierno de la República hizo de lado, olvidando que no sólo el crecimiento económico reduce la pobreza, sino que también que la reducción de la pobreza contribuye al crecimiento económico (Lustig et. al., 2002). En este mismo tenor, se reconoce que si la población tuviera más acceso público a servicios de educación y salud, los habitantes estarían en mejores posibilidades de generar mayores niveles de ingreso per cápita (Beraldo et. al., 2009). En efecto, si observamos las estadísticas educativas ofrecidas por la SEP (2017), el número de instituciones de educación superior en modalidad escolarizada sigue estando muy por debajo de lo que se requiere para ampliar la cobertura del servicio, pues para el ciclo escolar 2016-2017 había solo 5,311 escuelas de educación superior para un país de poco más de 120 millones de habitantes. En consecuencia, no es de extrañar que la cobertura en este nivel educativo alcance el 35.8%, cuando en otros países de Latinoamérica supera con mucho dicho porcentaje. Ejemplo de ello son Cuba (95%), Puerto Rico (86%), Chile y Argentina, ambos con una cobertura que ronda el 80% (Boletín No. 2164, Cámara de Diputados 2016). Existe, además, una fuerte concentración de instituciones de educación superior en la zona metropolitana de la Ciudad de México. De los 3 millones 648 mil 945 alumnos inscritos en las distintas modalidades de educación superior para el ciclo escolar 2015-2016, casi el 10% fueron absorbidos por cuatro instituciones: la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Así, la escaza cobertura de las universidades públicas en el país, propiciado en gran parte por el abandono y la reducción de la inversión pública