Libro: Estado, pensamiento crítico y políticas públicas LIBRO IIESES 2018 | Page 115

115 recursos a través de la automatización de procesos, eficacia en el logro de objetivos y legitimidad al promover formas novedosas de interactuar con el ciudadano. De ahí la importancia por analizar las potencialidades y limitaciones de esta herramienta tecnológica. IV. EL GOBIERNO ELECTRÓNICO COMO POTENCIALIZADOR DE LA EFICIENCIA, LA EFICACIA Y LA LEGITIMIDAD La definición utilizada por el Banco Mundial sostiene que el concepto e-gobierno se refiere al uso, por parte de las agencias gubernamentales, de las TIC, las cuales posibilitan la transformación de las relaciones con la sociedad, los ciudadanos, las empresas y otras partes del gobierno. Esta definición, más que poner atención en el Internet, destaca la importancia que juegan las tecnologías de información en la prestación de servicios gubernamentales. La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), en cambio, señala que el e-gobierno es el uso de las TIC, particularmente el Internet, como una herramienta para alcanzar un mejor gobierno (OCDE, 2003). Autores como Rivera (2006) mencionan que el gobierno electrónico constituye una nueva manera de organizar la gestión pública para aumentar la eficiencia, la transparencia, la accesibilidad y la capacidad de respuesta a los ciudadanos, a través de un uso intensivo y estratégico de las TIC en la gestión interna del sector público, como en sus relaciones diarias con usuarios de los servicios públicos. El uso de las TIC en las agencias gubernamentales tiene el potencial de contribuir a la creación de valor público, entendido éste como el cambio social – observable y susceptible de medición- que el Estado realiza como respuesta a las necesidades o demandas sociales establecidas mediante un proceso de legitimación democrática y, por tanto, con sentido para la ciudadanía. Al mismo tiempo, el concepto también se asocia a la habilidad del gobierno para crear servicios que la gente desea. Esto último, la creación de valor público al ciudadano, sucede al descentralizar en el mismo trámites y servicios a través de portales electrónicos, reduciendo con ello tiempos de atención y costos, articulando un esquema de operación que se adapta sus necesidades, pero al mismo tiempo poniendo a su disposición información valiosa sobre el proceso de producción de bienes y servicios públicos, su asignación presupuestaria y, en